“DEBUTÉ EN RACING UN PARTIDO EN EL QUE LE GANAMOS 5-4 A INDEPENDIENTE”

Horacio Raúl Cordero, ex volante de Racing en 1975/78 y 1984/87, habló mano a mano con La Número Uno, donde se refirió a su pasado en el club, el ascenso de 1985 y también del Racing actual.

Llegó a Racing por primera vez en 1975, debutó en el Torneo Nacional de ese año ante Independiente, se fue hacia fines de 1978 y regresó en 1984. Al año siguiente fue partícipe del ascenso a Primera División, y se quedó un año más para jugar con la Academia nuevamente en la máxima categoría del fútbol argentino.

Hoy se encuentra radicado en Guatemala, donde dirigió a los dos más grandes elencos de ese país (Muncipal y Comunicaciones), e incluso a la selección nacional del equipo centroamericano. Además pasó por Grecia, Costa Rica (acá también al mando del seleccionado) y El Salvador.Como se dijo anteriormente, su primer arribo a la Academia sucedió en 1975. “Estuve tres o cuatro años(procedente de Argentino Juniors), después me fui a Colombia a jugar a Millonarios, ahí jugué la Copa Libertadores. Volví, estuve en Unión de Santa Fe, y luego regresé a Racing. Me tocó jugar cuando se había ido al descenso, fue duro volver a Primera, nos costó mucho pero fue una alegría enorme cuando ascendimos, después estuve un tiempo más, estuve como ocho años entre las dos etapas en Racing”, expresó el ex volante para después recordar su partido debut, nada más y nada menos que ante Independiente. “Debuté en Racing en un partido que le ganamos 5-4 a Independiente, con un gol de cabeza mío. Ahí empecé a vivir lo que era el clásico entre Racing e Independiente, y en los clásicos los jugadores queremos defender al club en el que estamos. Yo nunca había jugado en un equipo grande, y Racing era la primera oportunidad que tenía de jugar un clásico contra Independiente, con Argentinos Juniors había jugado clásicos contra AllBoys o Ferro. La suerte es que me tocó jugar contra Independiente y gracias a Dios le ganamos 5-4 en un partido durísimo. Yo le estoy agradecido a la gente de Racing, y creo que la gente de Racing está contenta conmigo también”.

Ya refiriéndose a su segunda etapa en el club, recordó como era esa época. “A mediados de los ’80 había muchos problemas de dinero en los clubes, no estaban al día con los sueldos. Pero nosotros hicimos buenas campañas, trajeron buenos jugadores, y yo además no me olvido nunca el cariño de la gente, eso es algo que va más allá de lo que puedas lograr”.

Luego tuvo un párrafo para el ascenso de 1985 y para el Coco Basile. “El Coco es un fenómeno, él vino cuando nosotros estábamos mal, cuando llegó enderezó la cosa, llegamos a la final contra Atlanta en el estadio de River. Resulta que nosotros habíamos ganado la primera final 4-0, y después de ese partido dijeron que no valían los goles de diferencia, que si Atlanta ganaba la revancha había tercer partido. Nosotros nos queríamos matar, habíamos hecho cuatro goles y nos tenían que hacer cinco para ganar, y cambiaron el reglamento, pero empatamos 1-1 en la revancha, con un gol de Néstor Sicher, que yo tiré rápido un córner para él, que se apresuró, la clavó en un ángulo y nos pusimos 1-0. Después empató Atlanta, el partido terminó 1-1, y como habíamos ganado el primero, con el empate ascendimos, no me olvido nunca de eso porque la gente había llenado el estadio, mi familia, mis hijos que lloraban. Tengo un grupo de WhatsApp con todos mis amigos jugadores de Racing de esa época, hablo con todos”.

Luego del ascenso, Cordero formó parte del equipo que representó a Argentino de Mendoza en 1986, quien había alquilado el plantel de Racing. “Eso pasó porque los clubes no estaban bien en lo económico, pero todos tenían problemas, no era solamente Racing. No había muchos que estuviesen bien, habría dos o tres como los hay siempre, pero la inmensa mayoría tenía problemas económicos”.

Luego de esa experiencia, formó parte del plantel que volvió a jugar en la Primera División, y en esa temporada llegó a tener al Pato Fillol por ejemplo de compañero. “El Pato era un compañero bárbaro, casi todos los que habían subido se quedaron, más allá de la gente que trajeron aparte, era un grupo buenísimo. En esas épocas era complicado jugar por las barras, se te venían y te apretaban, ahora no sé como será, pero me parece que eso ya ha pasado. En esa época perdías dos partidos seguidos y se te venían todos encima, sobre todo a mí, a Costas que era el capitán del equipo, y había que aguantársela, porque además de jugar y querer ganar como cualquier jugador de fútbol, tenías que lidiar con las barras”.

En la actualidad mira los partidos de Racing a distancia. “Mis hijos son de Racing, mi mujer es de Racing, acá tengo toda la barra de Racingjaja, siempre lo vemos a Racing”. Y con respecto al Racing de la actualidad agregó: “Nosotros tenemos un grupo de Wassap con los muchachos (ex compañeros de Racing y otros), y ellos estaban bravos, muchos de ellos no han sido técnicos, y a Pizzi lo mataban los primeros partidos, yo les decía que paren, que no era culpa del técnico, que él sabía lo que estaba haciendo. Después cuando llegó a la final no querían decir nada, porque había que llegar a la final, pasar por todos los equipos que pasó. En la final no jugó bien, pero terminó jugando muy bien en los partidos anteriores a la final, en cuartos y en semifinal. Después se encontró con ese Colón que venía muy bien, que lo maniató a Racing, lo tuvo preso, no lo dejó hacer nada y ganó el que mejor juega, que en ese momento era Colón”.

Por último, cuando se lo consultó acerca de si el Racing de Juan Antonio Pizzi puede ser protagonista en la etapa final de la presente Copa Libertadores, comentó: “Yo creo que sí, no te olvides que Pizzi fue campeón también, a los técnicos les tenés que dar la oportunidad que conozcan a cada uno de los jugadores. Cuando llegó a los dos partidos ya lo querían echar, entonces yo creo que si lo dejan trabajar, y ojalá lo dejen, y no que a los dos partidos le digan chau y la Libertadores quede en el aire. Yo te digo porque fui técnico, y pasé por todos esos problemas. Yo dirigí a los dos equipos grandes de Guatemala, Comunicaciones y Municipal, fui campeón con los dos, con uno fui campeón siete veces y con el otro cuatro, es como salir campeón con Boca y con River. Siempre te tienen que dar tiempo para que te acomodes, todos somos seres humanos, y cuando llegás a conocer a los jugadores sabés, más allá de jugar al fútbol, que tienen adentro, quien tiene las bolas para jugar. Por eso cuando encontrás a los jugadores que se matan para el equipo, ahí vas encontrando una punta de lo que tenés que encontrar, después están los que tienen calidad, los que tienen personalidad. Para salir campeón, el equipo tiene que estar bien en lo grupal, porque si siempre se tira para un lado y para otro, chau, estás perdido”.

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