"CUANDO GANAMOS LA SUPERCOPA, SENTÍ LO MISMO QUE EL HINCHA"

Miguel Ángel Ludueña habló mano a mano con La Número Uno, y expresó sus lindos recuerdos de su paso por Racing. Además dejó en claro que su traspaso a Independiente se debió a un tema pura y exclusivamente económico: "Era un trabajo para mí", comentó el Negro.

El aislamiento social obligatorio hizo que las personas estén dentro de sus hogares la mayor parte del tiempo, y el ex volante de Racing oriundo de Villa María (a la que el propio Miguel considera la mejor ciudad del mundo), no es la excepción, y cumple con la medida gubernamental en Córdoba capital, junto a su familia: "Como todo el mundo", asegura él mismo.

El Negro llegó a Racing a mediados del año 1987, cuando la Academia era dirigida por Alfio Basile. "Pedro Marchetta me recomendó, él mismo se encargó de hablar con Basile para que se concretara mi llegada a Racing", cuenta Ludueña, quien había sido dirigido en Talleres de Córdoba por quien lo recomendaba al Coco. Asimismo, se encargó de marcar cuando se calzó por primera vez la camiseta albiceleste. "Debuté contra Boca, el día que le ganamos 6-0", como olvidarse los hinchas de Racing de aquel 20 de setiembre de 1987, cuando pasó literalmente por encima a su rival, mostrando una jerarquía muy grande ante un rival que poco y nada supo hacer para frenar la histórica goleada.

Asimismo, dentro de ese plantel que supo marcar una época en la historia racinguista, Miguel se refirió a sus compañeros: "Era un plantel de lo mejor, con grandes compañeros, como por ejemplo el Pato Fillol, Rubén Paz o Gustavo Costas entre tantos", destacó. Luego tuvo un párrafo para quien comandaba el barco: "El Coco sabía mucho acerca de armar un equipo de fútbol, jugaba el que se entrenaba y se sabía cuidar, en otras palabras, había que ser profesional".

En 1988 ese plantel volvió a conquistar un nuevo título internacional después de 21 años sin lograrlo, teniendo en cuenta la obtención de la Copa Libertadores del '67: "Cuando ganamos la Supercopa, me hizo sentir lo mismo que sintió el hincha, porque hacía muchos años que no se ganaba algo", expresó. Ese mediocampo estaba integrado por los Miguel Ángel de Racing ( y vaya si pintaban), Ludueña y Colombatti, además del uruguayo Rubén Paz. "La verdad es que ha sido un lujo para mí, haber podido jugar junto a ellos en el medio. Me acuerdo que Rubén me decía, dámela a mí, que vos no sabés nada", recordó a modo de broma. Además, entre los hechos anecdóticos más importantes, remarcó su suerte cuando el plantel jugaba a las cartas: "Que culo que tenés!! Me decían mis compañeros cada vez que ganaba".

Posteriormente a la obtención de la Supercopa, Ludueña cambió de vereda, ya que ese mismo año, se calzó la camiseta de Independiente, algo que obviamente la mayoría de los hinchas no lo tomó para nada bien: "Me fui de Racing simplemente porque me ofreció menos plata que Independiente, para mí era un trabajo", aclaró Miguel, quien además agregó: "Cuando fui con Independiente a la cancha de Racing por primera vez, era una silbatina generalizada en mi contra de parte de la gente".

Si bien no sirve de consuelo, ni mucho menos a modo de justificación, no era la primera vez que Ludueña cambiaba de vereda, ya que en 1985, y luego de dos pequeños ciclos en Belgrano de Córdoba, pasó a jugar en Talleres de esa misma ciudad. Por otra parte, mencionó un episodio violento cuando ya había hecho el traspaso a Independiente: "Me acuerdo como si fuera hoy, paré en un semáforo, tenía un auto adelante, yo salía de entrenar con Independiente, y una persona me insultaba. Se adelantó, yo piqué, y luego sentí una explosión atrás. Después me fui a la comisaría, y ví que un disparo había pegado debajo de la patente", relató. Por último, comentó: "Toda mi familia es de Racing, y cuando me tocó defender la camiseta, yo dejaba todo, era un trabajo para mí".

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